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Viernes, 20 de julio de 2012   |  Número 35
TRIBUNA
JUAN ANTONIO BECEIRO FRIEDMANN, DIRECTOR DE MARKETING Y DESARROLLO DE NEGOCIO DE GE HEALTHCARE
Aportando eficiencia y ahorros desde la tecnología

Los últimos recortes y ajustes en Sanidad nos obligan a todos los actores del sector a ser muy imaginativos para aportar soluciones y propuestas que generen ahorros y eficiencia en el corto, medio y largo plazo, sin olvidar que esas soluciones deben mantener o incluso mejorar si cabe la calidad de la atención sanitaria. ¿Las claves? Innovación y colaboración.
En 2009 nuestra empresa, GE Healthcare, lanzó Healthymagination, una iniciativa global de aceleración de la innovación y las colaboraciones, invirtiendo 6.000 millones de dólares hasta 2015 para propiciar mejoras de la salud centrándose en los costes, el acceso a la sanidad y la calidad. Innovando por medio de procesos y tecnologías más inteligentes para ayudar a los médicos y a los hospitales a ofrecer una mejor atención a más personas, con menores costes. Es decir, impacto económico positivo final como motor de la estrategia y la innovación de la empresa, y la colaboración con el entorno como clave del éxito. Nadie puede acometer sólo los enormes retos a los que nos enfrentamos hoy en día. Fruto de esa estrategia global son algunas de las últimas innovaciones y colaboraciones.

Dentro de lo que podríamos denominar macrogestión, disponemos ya de soluciones de salud electrónica y de gestión de crónicos complejos en casa, como es el caso de la joint venture GE-Intel (CareInnovations). Sistemas inteligentes para el control y monitorización remota del paciente en casa. Por ejemplo, un reciente caso de un hospital público-privado italiano demuestra ahorros muy importantes por monitorizar en casa, más tempranamente que lo habitual, 30 pacientes trasplantados renales. Otra gran colaboración es una nueva joint venture GE-Microsoft (Caredigm), que permitirá nuevas plataformas inteligentes para la gestión de crónicos complejos y no complejos. O dispositivos de medición de glucosa continuos no invasivos, que ayudarán en una mejor gestión de los pacientes diabéticos. Todos ellos forman parte de sistemas TIC y dispositivos ‘punto de cuidado’ que apoyan los actuales modelos de atención al crónico tan necesarios para la sostenibilidad del sistema sanitario a medio y largo plazo. La tecnología y la reorganización de recursos podrían ayudar a generar nuevos entornos socio-sanitarios de complejidad intermedia para provocar un cambio en el autocuidado del no paciente y del crónico no complejo. Cabe preguntarse: ¿Cómo serían esos modelos? ¿Cuánto costarían? ¿Cuánto ahorrarían?

Otra de las fórmulas de rabiosa actualidad que las administraciones se plantean cada vez más es la colaboración público-privada, en un amplio sentido de la palabra, es decir, con empresas de prestación de servicios sanitarios, no sanitarios, e incluso con empresas de tecnología sanitaria como es la nuestra, en este caso mediante la figura del socio tecnológico, especialmente para la creación de nuevos hospitales. Dado que el coste de dotar tecnológicamente un nuevo hospital puede representar hasta el 30 por ciento del coste total de un proyecto, incluyendo la construcción, y que la obsolescencia tecnológica es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la gestión de un hospital, mediante la fórmula del diálogo competitivo ya se han producido varios proyectos de carácter público en España en los últimos tres años. En definitiva, la Administración busca probar nuevas fórmulas con la industria para ayudarle a gestionar mejor, a ser más eficientes, reduciendo costes y/o aumentando los ingresos.

¿Por qué puede ser útil? Se transfiere conocimiento con el fin de ayudar a ordenar los recursos y necesidades proporcionando metodologías que eviten la adquisición de tecnologías no suficientemente justificadas, cambia el concepto de proveedor por el de socio que ayuda a definir la cartera de servicios y las necesidades de tecnología con sus correspondientes bandas tecnológicas, calendarios de renovación y actualización, existiendo una aportación de soluciones integrales e integradas que favorecen la eficiencia y minimizan los errores. Se minimiza la obsolescencia tecnológica para acceder a las últimas herramientas y tecnologías, resultando un catalizador del cambio y motivador para los profesionales sanitarios, haciéndola una plataforma sostenible. El coste fijo que se establece evita sorpresas y la financiación a largo plazo está garantizada.

Dentro de lo que podríamos denominar meso y microgestión, ya se dispone de innovaciones de calado en diferentes entornos asistenciales. En el entorno quirúrgico, un novedoso sistema de gestión e información permite una gestión integral de quirófanos que eleva muy significativamente los niveles de eficiencia basales habituales, en entornos del 40-50 por ciento. Se maximiza el tiempo de ocupación de quirófanos, reduciendo por ejemplo cancelaciones de intervenciones, y se optimiza el control del stock de consumibles, banco de sangre, almacén, esterilización, etc., permitiendo, en definitiva, ahorros muy considerables. Asimismo, un nuevo sistema de anestesia controla automáticamente la entrega de gases anestésicos y permite rebajar significativamente el uso de estos gases, obteniendo hasta un 50 por ciento de ahorro económico en dichos gases.

En el entorno radiológico, las nuevas resonancias abiertas de alto campo (1,5T) para exámenes musculo-esqueléticos de extremidades, permiten liberar de los actuales equipos más de un 20 por ciento del volumen de pruebas totales, permitiendo reorganizar el trabajo más eficientemente, rebajando la presión sobre las listas de espera, o incluso posibilitando nuevos modelos PPP de gestión (y atención clínica) en una determinada área de salud. Los ahorros potenciales son sustanciales para la administración permitiendo a la vez el desarrollo de negocio a entidades privadas. De hecho, hay estudios que prevén que la externalización de pruebas de RM pueda crecer rápidamente en Europa.

Se abren y amplían las capacidades de gestión de la imagen médica, ya que se dispone de sistemas de gestión remotos que permiten a los radiólogos maximizar su tiempo y flexibilizar su ubicación, realizando desde cualquier lugar y desde cualquier ordenador el postproceso de la imagen radiológica. Se aporta una solución más eficiente de trabajo, yendo más allá del actual modelo de telerradiología, donde se intercambian imágenes y se realizan informes a distancia, pero donde no se permitía hasta ahora el postprocesado de imágenes, a no ser que el radiólogo estuviera junto a la propia máquina de RM, CT, PET, etc.

En otros entornos asistenciales, el Vscan, un dispositivo equivalente a un estetoscopio visual de bolsillo, basado en ultrasonidos, que permite echar un vistazo rápido al interior del cuerpo, ha demostrado mejoras de cambio en el manejo del paciente del 45 por ciento en consultas externas de Cardiología, derivando más correctamente los pacientes a donde realmente tienen que ser derivados. Igualmente está produciendo mejoras en la toma de decisión en áreas tan críticas como el triaje de Urgencias, los cuidados paliativos en la atención domiciliaria o, incluso, en la mejora de la prescripción de pruebas diagnósticas desde Atención Primaria a los hospitales.

En el servicio materno-infantil, los nuevos sistemas de transporte de incubadoras, no sólo minimizan el riesgo de complicaciones del neonato y el estrés de las familias, sino que permiten ahorros “clínicos”, dado que minimizan el número de infecciones y los costes asociados, y por otro lado generan ahorros “de proceso”, ya que se reduce número de limpiezas de las cunas térmicas y tareas asociadas.

Todos somos más conscientes de que la colaboración en mayúsculas entre diferentes entidades y actores del sector sanitario es crítica, a la hora de enderezar este barco en el que estamos todos inmersos, y llegar a buen puerto. No sólo por el bien de los implicados directa o indirectamente en la prestación de servicios, sino por el bien de los pacientes y de nuestro modelo de sociedad. Con visión, coraje, esfuerzo y una dosis mayor de generosidad lo conseguiremos. Y, sobre todo, con imaginación. Ya nos dio pistas Albert Einstein cuando dijo: “En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”. Todos somos y seremos parte de la solución, sin duda.
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